jueves, 27 de febrero de 2014

Revestimiento Interior

¿Qué es un revestimiento interior?

Los revestimientos de madera son elementos constructivos y decorativos que se aplican sobre superficies horizontales (suelos y techos) y verticales (paredes interiores), y confieren a éstas un determinado acabado.

Los revestimientos no se utilizan solamente para decorar. También se emplean para aumentar el aislamiento acústico, térmico y de humedades. En ocasiones, pueden utilizarse para mejorar el comportamiento frente al fuego de las estructuras portantes.

Tipología por lugar de colocación:

Dependiendo del lugar donde se colocan, los revestimientos de interior pueden clasificarse en los siguientes tipos.

Revestimientos en paramentos o frisos:

-Revestimiento de zócalo: La altura de estos revestimientos oscila comúnmente entre 0,80 y 1,50 metros. Constan de un armazón constituido normalmente por rastreles separados entre sí, sobre el que se colocan tablas machihembradas o tableros revestidos.
-Revestimiento de altura: Recubren la pared completamente del suelo al techo o como mínimo dos tercios de su altura. Esto proporciona una apariencia de decoración, aislamiento acústico y térmico, así como protección contra la humedad. Al igual que en el caso anterior, pueden estar formados por tablas machihembradas o por tableros revestidos.
Hasta la fecha, el revestimiento de altura más empleado es el de tablas machihembradas. Hoy en día, el revestimiento de altura mediante tableros revestidos ha adquirido más implantación. Para ello se requiere una mano de obra especializada que sea capaz de hacer un estudio previo de las dimensiones de la estancia para la correcta distribución de los tableros, los cuales tendrán que ser todos iguales a pesar de los huecos de puertas y ventanas y de las irregularidades de la estancia.

                
                           Revestimiento del Suelo hasta el Techo    

  
                                   Revestimiento de las 3/4 partes de la pared                 


Revestimientos en techo:

-Revestimiento sencillo: Este tipo de recubrimiento cubre en su totalidad la superficie del techo de una
estancia. Normalmente está formado por placas cuadradas o rectangulares fijadas a la estructura portante mediante un entramado de perfiles habitualmente metálicos. Su función, aparte de decorativa, es la de albergar instalaciones en el espacio que queda entre las propias placas y el forjado.
Este sistema de acabado, dada la estandarización de su fabricación, es recomendable utilizarlo para revestir locales amplios y regulares para evitar hacer cortes durante la instalación.
Las placas están formadas por tableros de madera y/o derivados de ella, generalmente contrachapados, o tableros de densidad media revestidos con chapas de madera natural o bien laminados.
Las placas pueden ser lisas o estar perforadas con una serie de taladros o ranuras, que pueden ser pasantes o no. Las placas perforadas dotan al techo de una mejora acústica considerable en relación a las placas lisas. Los taladros siguen diseños regulares formando agrupaciones en cuadrados o rectángulos, con entrecalles de diferentes anchuras. Las ranuras también forman diferentes diseños, ya que pueden tener diferentes longitudes y anchuras.

-Artesonados: Es un techo real o aparente, adornado con tablas, viguetas, molduras o tableros.
Se llama techo real cuando los adornos se hacen sobre las mismas vigas, y aparente cuando los adornos se colocan por debajo del techo real formando un falso techo.
Muchas veces, los adornos en el techo de un recinto pueden ser parte de su estructura, como ocurre en el caso del tallado de algunas vigas del techo o simplemente de su pintura. En otras ocasiones, los paneles, molduras y otras superficies de tipo tablero sólo tienen una función decorativa.

         
                           Revestimiento de techo Sencillo  
  

                                     
                             Revestimiento de techo Artesonados


Tipología por forma:

Atendiendo a la forma, los revestimientos de interior pueden clasificarse en superficiales (tableros, paneles, o ambos) y lineales (entablados).

Tipología por el material:

Atendiendo al material, los revestimientos de interior pueden clasificarse en revestimientos de madera maciza, de tableros contrachapados, de tableros aglomerados o de fibras revestidos, de tableros especiales y empapelados.

-Revestimientos de madera maciza: Los revestimientos de madera maciza (tablas) se han usado tradicionalmente para elementos lineales (entablados). Suelen tener como acabado un barniz o un lasur, con el objetivo de destacar su textura natural, aunque en ocasiones se aplican tintes.
Los entablados de madera maciza son muy utilizados en terrazas, soportales, grandes locales públicos  y zonas que requieren cierta elegancia.

-Revestimientos de tableros contrachapados: Los tableros contrachapados fueron los primeros tableros que se emplearon en el revestimiento de paredes interiores. La práctica habitual consistía en utilizar un tablero de menor calidad en el interior, mientras que en la cara vista se utilizaba la madera noble (nogal, roble, maderas tropicales).
Esta solución ha dejado paso con el tiempo a otros materiales, como el tablero aglomerado y el tablero de fibras MDF como sustrato.

-Revestimientos de tableros aglomerados o de fibras revestidos: Los tableros revestidos se usan en revestimientos de menor calidad que los de madera maciza o de tableros contrachapados. Los acabados de estos tableros derivados de la madera imitan a las especies de madera más usadas en carpintería (roble, haya, nogal, pino, sapelli, etc.).Cuando aparecieron los tableros aglomerados se creó una industria auxiliar para revestirlos con chapas de madera. Algo similar ocurrió con los tableros de fibras. Con el tiempo, las chapas naturales se han complementando con papeles melamínicos y otras láminas decorativas, que han ido adquiriendo mayor calidad y parecido a la madera natural. Actualmente son las propias empresas fabricantes de tablero las que realizan este laminado, cuyo destino final es el mercado de suelos laminados y revestimientos murales.

-Revestimientos de tableros especiales: Con los avances tecnológicos, sobre todo en países con tradición maderera, se han ido desarrollando una serie de paneles de madera en dos tipos claramente diferenciados. A saber: los ornamentales y los técnicos. Los primeros exploran nuevas superficies a base de pantografiados, de formas curvas, de chapas encoladas, paneles moldeados, entrelazados tipo cesta, etc., mientras que los segundos presentan mejoras en cuanto a ligereza, flexibilidad, resistencia al fuego o aislamiento térmico y/o acústico.
Un tipo muy común de tablero especial es el tablero sándwich, que está formado por un alma de material aislante (espumas, por ejemplo) y por dos paramentos, que pueden ser de tableros o de tablas de madera. Por lo general, los materiales utilizado en los paramentos tiene densidades altas, mientras que los de la capa interior son de baja densidad.

-Revestimientos empanelados o boiseries: Esta solución pretende imitar a los estilos franceses Luis XIV a Luis XVI, si bien también existen otros diseños más cercanos a las líneas del neoclásico. Estos revestimientos consisten en un entramado que va formando marcos donde a su vez se disponen plafones. Estos marcos llevan un rebaje o un rasurado que recibe al plafón. o bien se sujetan mediante un junquillo moldurado. Para las molduras suele emplearse madera maciza, mientras que en los plafones lo habitual es el chapado.

               
                                Revestimiento de madera maciza



                              Revestimientos de tableros aglomerados



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